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La llegada de la Covid-19 ha supuesto cambios para la población de manera global en muchos ámbitos de la vida, al igual que en la empresa y sus telecomunicaciones. Tradicionalmente, lo que se conoce como trabajo a distancia estaba bastante limitado en España, menos de un 5% utilizaban este modelo de trabajo de forma habitual. Bastante menos que en la Unión Europea, en la que el teletrabajo estaba más extendido y suponía un 15% del empleo.
Con la llegada de la pandemia, todos sabemos que el teletrabajo se impuso casi como norma y la empresa evolucionó temporalmente hacia un modelo a distancia en un 16,2% de los casos en España y del 40% en la UE. Una vez remitida la situación de estado de alarma, la mayoría de las empresas volvieron a su puesto de trabajo habitual, pero algunas de ellas continuaron con un modelo de trabajo mixto, especialmente en estos últimos meses en los que la llegada de la nueva variante Omicrón ha supuesto un retorno temporal al teletrabajo.
La incertidumbre ha causado estragos entre los trabajadores y las telecomunicaciones en la empresa se hacen muy necesarias y se ven obligadas a evolucionar para poder adaptarse a este nuevo modelo. Los líderes en las organizaciones deben comunicarse de forma clara, cercana y directa, y hacer sentir a sus empleados parte de la empresa. Por ello, es conveniente elaborar una estrategia interna de comunicación en la empresa.
Mantener unas telecomunicaciones frecuentes y empáticas
Los comunicadores en la empresa deben mantener un diálogo continuo con los empleados, conocer sus dudas y problemas y hacerles partícipes de todas las actualizaciones a nivel organización. Deben demostrarles que están interesados por su situación y que cuentan con su ayuda.
Ante el teletrabajo esto se hace además completamente necesario, ya que no disponen de contacto humano con el resto de la plantilla y pueden sentirse solos en algunos momentos.
Para ello, además de las herramientas clásicas de comunicación interna como revistas, boletines, buzón de sugerencias… Pueden disponer de alguna herramienta de comunicaciones unificadas que les permita comunicarse y tener contacto a tiempo real, como un web RTC.
Incrementar las reuniones corporativas
En el trabajo presencial, muchas de las reuniones consisten en una conversación informal cara a cara en la que comentas ciertos aspectos relativos al trabajo. Sin embargo, al no ser tan inmediato en el teletrabajo, se hace fundamental concertar reuniones frecuentes para mantener ese contacto. Preferiblemente a través de videoconferencias que puedan emular de alguna forma ese contacto cara a cara y de forma más breve y directa que las comunicaciones tradicionales. Según una encuesta realizada por Twingate, el 45% de los empleados asistieron a más reuniones durante el teletrabajo que durante el trabajo presencial. Pasando de 7 llamadas semanales a 16.
Tranformación digital
La pandemia ha acelerado de forma muy notable la digitalización de las empresas, teniendo que dar solución a los problemas que puedan surgir con la comunicación tradicional de forma instantánea. Por ello, toman fuerza los modelos de pago por uso, en los que no se hace necesario un desembolso económico de miles de euros y hace accesible las nuevas tecnologías a las pequeñas y medianas empresas.
Necesidad de protección de los datos
La ciberdelincuencia aprovecha la oportunidad que le brinda el aumento del trabajo a distancia, ya que existe un gran número de brechas de seguridad al trabajar con distintos dispositivos. Según el informe sobre ciberseguridad en el teletrabajo 2020 elaborado por Fortinet, el 60% de las organizaciones no protegen de forma correcta sus datos. Por tanto, una inversión en ciberseguridad que pueda detectar y solventar todos estos problemas ahorrará muchos posibles problemas en la organización.
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